Erase una vez... en un no tan lejano lugar, un príncipe azul no podía dormir. Un príncipe que lo tenía todo para ser feliz, todo menos una princesa. Su princesa, aquella que conocía desde hacía tanto tiempo,…
Mirándola desde lejos pasaba los días, siempre esperando a que perdiese su zapato, siempre dispuesto a llevarla al país de las maravillas, a despertarla con un beso.
Aquella noche, los suspiros del príncipe llegaron a los oídos de la princesa susurrados por el viento. Pero la princesa tenía ya tanto azul en su vida que se ahogaba y salió corriendo. Y como no quería volver al país de nunca jamás, se adentro en el bosque encantado.
Nadie sabía que una vez estuvo allí y que el lobo feroz despertaba en ella la pasión más incontrolable del reino. Caminaba, dejando atrás el polvo de hadas, adentrándose en su locura…solo quería que el lobo le arrancase el vestido y le desvistiera el corazón.
Por más que buscaba y buscaba el lobo no apareció, estaba ocupado comiéndose a caperucita en algún lugar de la costa… así que la princesa allí se quedo, esperando en un rincón, con las ganas de morder la manzana otra vez.
Mientras tanto, en el palacio de la esquina, Peter Pan cortaba las perdices para ser felices y las echaba a la sartén (sin sal, ni pimienta). En su mundo de perfectas rutinas, solo pensaba en llenar, algún día, la casa del árbol con (siete) enanos.
Se hacía tarde y como la princesa no volvía del bosque, le dejó un plato de recuerdos fríos para cenar. Con eso ya había bastante, que mas podía pedir una princesa para ser feliz? Para que avivar el fuego del amor si ya tenían calefacción a interés variable de por vida? Y así se fue a dormir, sin cuestionarse siquiera porque la princesa tardaba en volver, porque tenía siempre los ojos tristes, o porque le decía que ya nada era como antes.
Y en esta historia (ir)real, todos acaban persiguiendo imposibles: Un príncipe tras una princesa con zapatos. Una princesa que se muere por el lobo feroz. El lobo que sigue su propio cuento y Peter Pan que vive en el país de nunca jamás que se esta volviendo mas nunca que para siempre.
Lo que está claro es que hoy en dia ya no hay sitio para los cuentos de hadas
Nadie sabía que una vez estuvo allí y que el lobo feroz despertaba en ella la pasión más incontrolable del reino. Caminaba, dejando atrás el polvo de hadas, adentrándose en su locura…solo quería que el lobo le arrancase el vestido y le desvistiera el corazón.
Por más que buscaba y buscaba el lobo no apareció, estaba ocupado comiéndose a caperucita en algún lugar de la costa… así que la princesa allí se quedo, esperando en un rincón, con las ganas de morder la manzana otra vez.
Mientras tanto, en el palacio de la esquina, Peter Pan cortaba las perdices para ser felices y las echaba a la sartén (sin sal, ni pimienta). En su mundo de perfectas rutinas, solo pensaba en llenar, algún día, la casa del árbol con (siete) enanos.
Se hacía tarde y como la princesa no volvía del bosque, le dejó un plato de recuerdos fríos para cenar. Con eso ya había bastante, que mas podía pedir una princesa para ser feliz? Para que avivar el fuego del amor si ya tenían calefacción a interés variable de por vida? Y así se fue a dormir, sin cuestionarse siquiera porque la princesa tardaba en volver, porque tenía siempre los ojos tristes, o porque le decía que ya nada era como antes.
Y en esta historia (ir)real, todos acaban persiguiendo imposibles: Un príncipe tras una princesa con zapatos. Una princesa que se muere por el lobo feroz. El lobo que sigue su propio cuento y Peter Pan que vive en el país de nunca jamás que se esta volviendo mas nunca que para siempre.
Lo que está claro es que hoy en dia ya no hay sitio para los cuentos de hadas
7 comentarios:
Hola!! Bueno lo primero decir..que que alegría volver a leerte. Mira que paso por aquí, pero nada. Al fin jeje.
Por otro lado decir me ha gustado poder hacerlo, después de un día de muchas historias personas y horas estudiando, viene bien meterse en otro mundo, en otra historia, y escapar un poco del de uno mismo. Aunque bueno, cuando se trata de meterse en el de una persona cercana, uno siempre espera muchas sonrisas e ilusión.
Personalmente...me parece una gran narración, se te da muy bien contar las cosas a través de relatos como este, usas muy bien lo que sabes y quieres usar, y queda fantásticamente bien contado y claro, enhorabuena. Deberías escribir libros. Más. Y publicarlos.
Sobre la historia..oye, me ha molado, y me pica la curiosidad bastante. Como soy un agente externo me gustaría hacer preguntas, jeje, aunque...de momento voy a dejar una idea personal como comentario: te equivocas en algo muy importante. Te equivocas, en mi opinión claro, cuando dices que hoy ya no hay sitio para los cuentos de hadas.
Yo sustituiría esa frase por otra: casi nadie tiene sitio para los cuentos de hadas. Pero existen. La gente pasa, se preocupa de otras cosas, y vive de tonterías, de recuerdos, y de clavos que no deben arder mucho, porque si no, no los agarrarían tan fuerte. Y consecuencia de eso la gente se pierde muchas cosas, no saca billete para los trenes que pasan por delante y luego les cuesta caro, se arrepienten. O a lo mejor es tan triste la cosa que ni eso, ni se arrepienten. Y conozco muchos casos!!!
¿Te cuento una verdad muy grande? te vas a morir. Y yo también. Todo el mundo se muere. Eso es inevitable. Y ¿sabes otra cosa? solo hay una cosa peor que morirse: vivir arrepintiedote. Todo el mundo se muere pero solo unos pocos viven con el sufrimiento de tener que arrepentirse de algo. Eso sí que es jodido.
Así que dile a tus personajes que espabilen. Son todos unos tontos. Bueno, a lo mejor el lobo no, porque el malo siempre es el más listo de todos los cuentos. El principe azul seguro que es la mejor persona de todos, la princesa la más ilusa y la que más ostias se va a dar, y peter pan a lo largo y a la larga, el más infeliz.
Ahí queda mi opinión. Ah, y otra cosa más...así a modo metafórico: la calefacción es una mierda. Yo todos los días voy a por la leña, y todos los días varias veces alimento el fuego. Me gustan las llamas, me gusta la combustión, y adoro las ascuas y el calor que desprenden al final de la noche, y que duran hasta la mañana siguiente. La calefacción sólo es un botón: enciendo y apago. Pues que aburrido.
Un beso Loly.
PD. Tengo mi blog abandonado, ya casi solo escribo en el del pueblo de mi madre. Creo que alguna vez te lo enseñé, estás invitada a pasarte por allí cuando quieras ;).
Wapisima. Me encanta este cuento,........pero lo mejor será el final, aunque todabia no lo hayas escrito. Pero seguro que lo escribirás y te darás cuenta que, si que existen los cuentos de hadas.
Un besazo princesa
Hermoso!
es dificil darse cuenta que el pais de las maravillas no existe
¡¡Muy bueno!o
Te equivocas.
Yo acabo de encontrar un lugar donde caben los cuentos de hadas, los sueños, lo imposible y lo posible.
He dado con tu blog ;)
Pasaba por casualidad y me ha gustado mucho leerte. Tienes una forma particular de escribir^^
Nos seguimos, si quieres :)
Estoy pensando en recuperar mi blog. Tal vez tú deberías hacer lo mismo ;)
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