Siempre quise tocar el cielo con las manos sin que el sol me quemase las alas pero al igual que Ícaro caí en picado cuando estaba a punto de conseguir mi sueño. Pero es lo que siempre pasa cuando persigues un sueño casi imposible, que llega un momento en el que tropiezas con la realidad haciendo que caigas contra el suelo, fracturándote dos costillas y dándote un fuerte golpe en la cabeza. Entonces te ves llorando a gritos en un lugar lleno de gente que no se para nisiquiera a preguntarte que te pasa. Es en ese momento cuando descubres que tienes que levantarte con o sin ayuda; a pesar del fuerte golpe estas viva y tienes que seguir adelante y te dices a ti misma: "cuando no te queden más lágrimas la vida seguirá su curso" y ves que es verdad y te levantas, más fuerte que antes, con heridas que puede que nunca lleguen a cicatrizar, pero te levantas, mostrando tu mejor sonrisa.
domingo, 2 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Holaaaa cielito, aki toi arreandote una firmita, gracias por pasarme este trozito de ti en el que dice tanto. Me gusta mucho lo que dejas escapar, nunka dejes de sentir como sientes. Un besazo cariño. Cuidate. Se te kiere
Eso es lo que tienes que hacer, no dejar nunca de sonreir, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.
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